Extraños propósitos de Año Nuevo
Retomando Python por enésima vez…
Antes de comenzar a escribir este artículo, me gustaría desear un Feliz Año Nuevo y un próspero 2023 a toda aquella persona que se adentre en estas líneas.
Revisando el blog, encuentro que su último artículo data de septiembre de 2021. Como me sucede con otros proyectos personales, mi interés fluye al ritmo de extrañas mareas y se suceden períodos de frenética actividad, con etapas dignas de recibir el calificativo de hibernación. Si bien es cierto que ocasionalmente he actualizado el proyecto que recoge enlaces a artículos de opinión asociados con Educación, no puedo negar que el sitio web en sí ha sufrido un abandono de proporciones épicas.
Con esta entrada tampoco quiero proclamar el advenimiento de tiempos de constante actualización, ni mucho menos. Todavía encuentro complicado gestionar el malabar que supone evitar que el trabajo me absorba por completo, ofrecer una atención a los estudiantes que no se ajuste a unos estándares demasiado elevados (a juicio de observadores externos…) y, además, compaginar todo ello con cierta normalidad en mi convivencia del día a día con mi pareja.
Retahíla de quejas al margen, resulta que en una conversación con un compañero de departamento en esos eternos días previos a las Navidades, surgió una idea interesante. En la actualidad, se encarga de una optativa de 4º de la ESO y se ha animado a realizar una introducción a la programación utilizando Python. A este caldo de cultivo hay que añadir que, pocos días atrás, había caído en mis manos una copia de la tercera edición del libro Python Crash Course, de Eric Matthes y publicado por la curiosa editorial No Starch Press (sus libros no tienen desperdicio alguno y están escritos con un lenguaje muy ameno).
Al ojear el índice de dicho libro, había observado que el autor dedica tres capítulos a implementar un juego utilizando la librería Pygame, un módulo desconocido para mí y que siempre me ha despertado curiosidad. Así pues, no tuve idea más brillante que comentar la posibilidad de escribir una adaptación de esos tres capítulos para desarrollarse durante la optativa.
De esta forma, buena parte de mis Navidades ha estado dedicada a una lectura activa del libro, reescribiendo los ejemplos y abordando todos los ejercicios que el autor propone, que no son pocos. El libro en sí hace honor a su título y pretende enseñar al lector una gran variedad de conceptos en el mínimo espacio y tiempo posible. Eso conlleva que, aunque se recomiende como lectura para principiantes, el ritmo propuesto sea un tanto elevado y algunas ideas requerirían quizá unas cuantas páginas adicionales. Si resulta el texto escogido para una primera aproximación a la programación, en algunos momentos no dudo que el lector experimente instantes de ‘’¿qué tipo de brujería es esta?’’.
Mientras he ido revisando sus páginas, he tenido siempre esa sensación que aparece cuando alguien lee de nuevo un libro. A medida que he avanzado, la mayoría de conceptos me resultan familiares, pero han quedado relegados al olvido. En Python, por falta de constancia principalmente, es cierto que no paso de ser un eterno principiante y como propósito de Año Nuevo me he establecido como meta intentar alcanzar un nivel intermedio. Quizá construir alguna aplicación gráfica, diseñar alguna página web desde cero… es decir, salir del nivel teórico del bloque ‘‘condicionales-bucles-funciones-clases’’ y trabajar con ellos a un nivel más aplicado.
Con esta idea en mente, algunas búsquedas asociadas y unos anuncios personalizados que me conocen mejor que yo mismo, hace unos días aproveché una especie de rebajas que el portal Udemy ha ofrecido a sus usuarios. He de confesar que siempre me he decantado por adquirir libros antes que cursos a distancia. No obstante, algunas ofertas ofrecían tal cantidad de contenido, por un precio sumamente reducido, que ha sido muy difícil resistir la tentación.
Por tanto, además de libro de Eric Matthes, he adquirido los siguientes cursos de Udemy:
- 100 Days of Code: The Complete Python Pro Bootcamp for 2023
- The Complete 2023 Web Development Bootcamp
Ambos siguen ese formato bootcamp que tan de moda parece que está últimamente. Al momento de escribir estas líneas, ando enzarzado con el primero de ellos y he conseguido completar cuatro de las cien secciones que lo componen. Las sensaciones son buenas y los ejercicios que proponen me están resultando bastante amenos.
Quizá vuelque parte del aprendizaje en el sitio web, aunque todavía no he pensado cómo lo llevaría a cabo. Cruzo los dedos para que el propósito de Año Nuevo tenga más éxito que el de acudir a un gimnasio.